Cómo la Iglesia impidió a Descartes la revolución total

A lo largo de la Historia de la filosofía, son pocos los filósofos que dieron un paso adelante para romper con todo lo establecido. Aparte del ya mencionado en la anterior entrada Parménides, todos siguieron en la misma línea hasta llegar a Descartes. Todos habían hablado de substancia, ontología, ideas, pero sin entrar a analizar profundamente su significado.
Todo cambió con la llegada de Descartes. Descartes tuvo la valentía de enfrentarse a siglos de dominio del razonamiento aristotélico, sin que éste fuera cuestionado, iniciando una verdadera revolución hacia la filosofía moderna. Sin embargo, algo frenó su avance, y no le permitió ser coherente hasta el final. Si bien Descartes, con el objetivo de fundamentar toda su filosofía en el "pienso luego existo", fue capaz de desmentir temporalmente algo tan sólido como la creencia de que el conocimiento matemático es fuente de conocimiento absolutamente verdadero, afirmó la existencia de Dios con argumentos que penden de un hilo bastante fino.
Seguramente influido tanto por su fe cristiana que ya tenía desde pequeño como por la Iglesia Cristiana, no fue capaz de seguir su línea de razonamiento. La filosofía cartesiana da de hecho un giro de 180º cuando aborda el tema de Dios. Seguramente influido por el miedo a la represión de la Iglesia, ya fuera excomulgándole o directamente juzgándole como a Galileo, no pudo ser coherente con lo que ya había hecho. El caso de Descartes se unió de este modo a uno de los muchos en los que la Iglesia frenó lamentablemente el avance científico, como sucedió durante toda la Edad Media.

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